Hola estimados seguidores de este
blog. Hoy hablaremos de las patologías de los tendones.
Hay dos clases de patologías de
los tendones:
- Tendinosis: lesión crónica, mantenida en el tiempo o recurrencia de los síntomas.
- Tendinitis: lesión aguda, inflamación dolorosa e impotencia funcional.
Estas son las molestias que
percibimos después de una sobrecarga o de un esfuerzo físico.
¿Por qué se produce este
“malestar”?
Por fricción, por compresión,
por exceso de uso, por solicitación continuada en el tiempo con
estiramiento por encima de la capacidad elástica del tendón,
llegando a la inflamación del mismo.
Las más frecuentes patologías
de los tendones son:
- Codo de tenista.
- Epicondilitis.
- Pubalgia.
- Tendinitis de hombro.
- Síndrome de fricción subacromial.
- Tendinitis de Quervain.
- Tendinitis rotuliana (tendón rotuliano).
Para entender por qué se
producen estas patologías, vamos a explicar también el
funcionamiento del músculo, que es el hermano” del tendón, porque
el músculo se inserta en el aparato esquéletico gracias a los
tendones.
El músculo tiene dos formas de
contracción:
1) Contracción concéntrica.
2) Contracción excéntrica.
En la contracción concéntrica
el músculo se acorta (dicho coloquialmente el músculo se
congestiona), mientras que el tendón se estira (excéntricamente).
Sin embargo, cuando el músculo se encuentra rígido, en acortamiento
y con su tono aumentado, entonces la tensión sobre el tendón será
mayor, con consecuente dolor, inflamación e impotencia funcional.
Cuando aparece el momento de
dolor o impotencia funcional, el descanso es fundamental y es mejor
si se pone también un vendaje funcional (puesto por un
fisioterapeuta). En el momento que el dolor o la impotencia funcional
bajan de intensidad, entonces se debe comenzar un ciclo de 5-10
sesiones de fisioterapia, tanto con aparatos (ultrasonido, lámpara
infrarrojos), como con la fisioterapia maual (estiramientos y
movimientos repetidos de la articulación con poca resistencia) y yo
uso también técnicas miofasciales para liberar la zona de
aderencias. El vendaje funcional va muy bien solo en los primeros 3-5
días, pero luego ya no sirve.
Ahora voy a explicar brevemente
la Tendinitis de “Quervain”, que es la inflamación de los
tendones de la muñeca en la base del pulgar debido a una actividad
repetida en el tiempo. El dolor se nota cuando se quiere agarrar algo
o torcer la muñeca. El dolor se nota en parte de la muñeca, del
antebrazo y en el pulgar. Se puede encontrar también un quiste lleno
de líquido en esta zona y también se nota un “chasquido”. Los
movimientos de pellizco suelen ser muy difíciles.
¿Cómo se diagnostica una
tendinitis de “Quervain”? Se diagnostica con una maniobra muy
sencilla, flexionando el dedo pulgar hacia dentro y los otros dedos
“cierran” el pulgar (forma de puño) y se hace inclinar la muñeca
hacia el dedo meñique. Esta maniobra, para quien esté afectado,
suele ser bastante molesta o dolorosa. Como siempre, se puede poner
una férula (he usado tanto una férula como un vendaje funcional)
pero a veces, solo con el hecho de parar las actividades que pueden
causar esta inflamación, el dolor desaparece por sí mismo. Se
aconseja un ciclo de 3-5 sessiones de fisioterapia para aliviar el
dolor y mejorar la funcionalidad de la articulación.
En algún caso, cuando el dolor
es continuado y no desaparece, el médico puede decidir por una
intervención quirúrjica.
Un ejemplo de esta patología
puede ser representada por el futbolista italiano (ex Lazio y ex
Milan) Alessandro Nesta, que sufrió una ruptura del tendón de la
muñeca tras jugar muchas horas a la videoconsola.
Un saludo.
GIOVANNI MESSINA
FISIOTERAPEUTA COLEGIADO 3664
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